
En el convulsionado mundo de hoy, el triunfo de Daniel Noboa en Ecuador fue un respiro. El vecino país ha vivido en los últimos años como en una caldera, con problemas de todo tipo en materia de seguridad y violencia, penetración de grandes grupos criminales, apagones, crisis energética y una economía que no repunta. Y en este explosivo coctel había un elemento que podía hacer estallar una crisis peor: el regreso de Rafael Correa, en cuerpo ajeno, al poder. El expresidente, condenado por corrupción y exiliado en Bélgica, tenía en Luisa González esa esperanza. Y ese posible giro hacia la izquierda radical había ilusionado a ciertos líderes de América Latina, con Nicolás Maduro a la cabeza.
Pero González no solo no ganó, sino que perdió por bastante. Noboa logró reelegirse como presidente al imponerse en la segunda vuelta con aproximadamente el 55,66 % de los votos a su favor, frente al 44,34 % que obtuvo la candidata de Revolución Ciudadana. La diferencia entre ambos fue de más de un millón de votos, una brecha que el Consejo Nacional Electoral consideró “irreversible”. El partido correísta ha intentado volver a Carondelet en tres ocasiones, sin éxito.
“Ganamos con más de un millón de votos de diferencia, y eso nos dice que el pueblo quiere un nuevo Ecuador, con seguridad y progreso. Estamos trabajando intensamente por levantar la economía del país y brindar mejores días a las y los ecuatorianos. No vamos a perder el tiempo en falsos rumores, cuando el país requiere toda nuestra concentración”, le dijo Noboa en su entrevista a la revista SEMANA de Colombia
Y, así, el efecto del triunfo de Noboa sacudió a todo el continente, y alineó al presidente Gustavo Petro y a la presidenta Claudia Sheinbaum con el dictador de Venezuela, Nicolás Maduro. Estas son las cuatro variables a tener en cuenta en una elección que promete sacudir la región en las próximas semanas.
El factor Maduro
Acorralado y aislado internacionalmente por haber consumado el fraude a las elecciones en su país, Nicolás Maduro, en un giro sorprendente, decidió apuntar a Noboa. Lo hizo en una transmisión en vivo en la que aseguró que “pretenden imponer por la fuerza una hegemonía política, como lo han hecho en el Ecuador, con un fraude horroroso, inauditable (sic), para imponer un proyecto colonialista y dominar políticamente y económicamente a una nación independizada y libertada por Antonio José de Sucre y Simón Bolívar”.
El hecho de que sea Maduro quien alegue fraude es delirante. El que mejor explicó lo que eso significa fue el cantante Alejandro Sanz: “Ver a Maduro hablando de fraude electoral es como ver a Dumbo hablando de orejas”, aseguró.
Noboa le contestó al líder venezolano en su entrevista con SEMANA. “Qué legitimidad tienen las palabras de una persona cuestionada por las múltiples irregularidades cometidas para mantenerse en el cargo de presidente, creando un gobierno dictatorial, totalitario y represivo. ¿Acaso entiende el señor Maduro lo que es la democracia? Primero debería transparentar los resultados de sus propias elecciones, que fueron ampliamente cuestionadas por los propios venezolanos y por la comunidad internacional”, dijo.
Lo que se jugaba de fondo era muy grande. “El triunfo de Noboa es muy importante para América Latina, porque el gran bastión del socialismo del siglo XXI podría haber sido Ecuador. Para Maduro, la victoria era fundamental para hacerse con todo el frente andino”, explica el expresidente Iván Duque. Su triunfo ayuda a cambiar el mapa político, en un momento en que se vienen elecciones en el continente en países como Chile, Bolivia y Honduras.
Sin embargo, Maduro también intentará exprimir la derrota. “El juego es tratar de convertir a Ecuador en el eje del mismo debate de Venezuela. Están utilizando esto como chivo expiatorio”, agregó el exmandatario.
El dominó Petro-Sheinbaum
Gustavo Petro, cuyo estilo de comunicación son las frases altisonantes, los adjetivos y las comparaciones con el nazismo y el fascismo, salió tarde y en forma tan moderada, como impactante. En un cruce de cables sin explicación, el presidente no reconoció el domingo el triunfo de Noboa, pese a que su canciller y mano derecha, Laura Sarabia sí lo había hecho. Y, en un trino, este martes, se sumó a plantar la narrativa de que lo que había pasado en Ecuador era similar a la situación que vive Venezuela.
“Creo que el Gobierno debe entregar las actas de cada mesa para ser verificadas. Hasta el momento me expresaré oficialmente. Quiero la mejor de las relaciones diplomáticas con nuestros vecinos de la antigua Gran Colombia. Del presidente Noboa tengo buenos recuerdos y amistad. No interferí para nada en el proceso electoral y conservé mi neutralidad. Pero igual que en el caso venezolano, las cosas deben aclararse al máximo. Solo así tendré la seguridad de no equivocarme”, aseguró.
Se enviaron personas veedores de Colombia a las elecciones del Ecuador.
Los informes que recibo son preocupantes.
Leonidas Isa, escandidato indígena, fue detenido unos días antes. Las zonas de mayoría de la oposición fueron puestas bajo estado de sitio y control militar dos…
— Gustavo Petro (@petrogustavo)
En otra publicación, en horas de la noche, fue más allá. “En siete provincias se decretó el estado de excepción. El Ejército dirigió la jornada electoral, las mesas durante las elecciones y el conteo de votos. No hay elecciones libres bajo estado de sitio”, agregó. Y luego remató: “No puedo reconocer las elecciones en el Ecuador”. Mientras con Venezuela, el presidente tardó semanas en pronunciarse y cuando lo ha hecho ha sido tibio, con Ecuador apenas le tardó dos días salir a rechazar el resultado. El miércoles, el expresidente Rafael Correa replicó su publicación y aseguró que “lo que se vive en Ecuador es una verdadera dictadura”.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ya había expresado este mismo tono. El lunes, en su programa matutino, dijo: “Vamos a esperar (al conteo final). Luisa (González), la candidata, no reconoce el triunfo de Noboa. Entonces, vamos a esperar”. Y este miércoles, Sheinbaum fue más dura: “No se van a reanudar las relaciones y, además, fue muy dudoso su triunfo (en referencia a Noboa). Colombia, Petro, dijo que no podía reconocer a Noboa como presidente de Ecuador y nosotros ya tenemos suspendidas las relaciones”.
México tiene una posición distinta frente a Ecuador, a la de Colombia. No solo porque no es su vecino, sino porque además ambos países tienen rotas sus relaciones desde abril del año pasado, cuando Noboa ya era presidente. El hecho que detonó esa crisis fue la captura que hizo la Policía ecuatoriana del exvicepresidente Jorge Glas, quien tras su condena judicial por corrupción buscó refugió en la Embajada de México en Quito.
“La postura de la mandataria de México es un claro mensaje a su base política ideológica, no por nada en ese país están varios militantes del correísmo, que se fugaron del país cuando eran requeridos por la justicia ecuatoriana”, dijo Noboa a SEMANA. Sin embargo, frente a Petro fue prudente. “Tengo una muy buena relación con el presidente Petro. Espero lo mejor para su gestión en beneficio del pueblo colombiano”.
Para muchos críticos de Petro, lo que está haciendo es claro. “Petro no reconoce el triunfo de Daniel Noboa en Ecuador, pero Laura Sarabia sí. Muy coordinados. Así es el socialismo confuso, turbio, destructor”, dijo la precandidata Vicky Dávila en un trino. “La pandilla del barrio salió a tratar de deslegitimar al presidente electo de Ecuador, Daniel Noboa. Ahora dicen que no reconocen su triunfo. Lo que no hicieron con el dictador de Venezuela cuando se robó las elecciones. Nicolás Maduro, Gustavo Petro y Claudia Sheinbaum saben que lo de Ecuador hace parte del efecto dominó. América Latina será libre y democrática. El socialismo tiene sus días contados en esta región”, agregó en otro.
El exfiscal Francisco Barbosa también se pronunció. “Cuando la democracia no le sirve, la ataca. Gustavo Petro guarda silencio ante el fraude en Venezuela, pero cuestiona los comicios en Ecuador porque su amigo, Rafael Correa, no ganó. Ahora lanza sospechas sobre las elecciones de 2026 en Colombia. ¿Está preparando el terreno para desconocer el resultado si no le favorece? La verdadera amenaza a la democracia no está en las urnas, está en el poder que intenta manipularlas”, dijo el exfuncionario.

El vicepresidente del Consejo de Relaciones Internacionales (Cori), Andrés Rugeles, asegura que el único fraude que se ha consumado en Ecuador es el que está haciendo Luisa González al no aceptar un triunfo tan evidente. “La reacción de Petro deja en evidencia su matrimonio con Maduro y Correa —en una suerte de ménage à trois— y las operaciones en red y antidemocráticas del socialismo del siglo XXI en América Latina. La gran pregunta es si Petro va a reconocer su derrota en las elecciones de 2026 en Colombia. El país ya está advertido”, sostiene el exdiplomático.
El amigo Trump
Mientras tanto, quien sí expresó su felicidad por esa victoria de inmediato fue Donald Trump. “Felicitaciones a Daniel Noboa. Será un gran líder para el maravilloso pueblo ecuatoriano. ¡No los defraudará!”, escribió el mandatario estadounidense en Truth Social.
En un momento en que Trump ha demostrado el poder que tendrá Estados Unidos en favorecer a sus amigos y castigar a sus enemigos, el triunfo de Noboa alinea a Ecuador con la Casa Blanca, como nunca antes.
Noboa es uno de los políticos latinoamericanos más cercanos a Washington. En una entrevista con CNN, el presidente aseguró que piensa construir una “relación única” con la Casa Blanca. Noboa se había reunido de manera informal con el primer mandatario en marzo y asegura que buscará tener una nueva cita.
Noboa, que vive una situación crítica de seguridad en su país, ve con alivio y esperanza una ayuda estratégica de Estados Unidos. Según el informe de 2025 de Human Right Watch, “los homicidios aumentaron un 430 % entre el primer semestre de 2019 y 2024, cuando se registraron un total de 3.036 muertes violentas. Hasta septiembre, la Policía habría recibido más de 2.000 denuncias por secuestro y más de 10.700 por extorsión. Uno de cada tres ecuatorianos reporta haber sido víctima de la delincuencia, la cifra más alta de la región”. Para conjurar esa situación es que Noboa ha decretado varias medidas de estado de excepción y ha designado como “terroristas” a varias organizaciones criminales.
CNN asegura que el presidente ha pedido bases norteamericanas en su territorio, una figura que espanta a Maduro y sus amigos. “Que exista apoyo de fuerzas extranjeras con mucho gusto, lo necesitamos”, dijo Noboa en diálogo con esa cadena. Y aseguró que espera el apoyo del Tío Sam con “sistemas de inteligencia, en radares, en protección de fronteras y en monitoreo del tráfico de drogas, de pesca ilegal y de grupos irregulares cerca de la frontera dedicados a la minería ilegal”.
“Desde el inicio de mi gestión buscamos alianzas estratégicas con actores internacionales, especialmente de Estados Unidos, para combatir el narcotráfico y la delincuencia organizada, y lo conseguimos. La presencia del experto en seguridad Erik Prince representa un momento crucial para el país con resultados prometedores”, agregó en SEMANA.

Noboa no solo es cercano a Trump, sino también a algunos de su círculo más íntimo. Por ejemplo, el hoy ministro de Salud, Robert F. Kennedy Jr., dijo hace poco en una entrevista que el presidente de Ecuador prácticamente “se crio en mi casa”. El político estadounidense es el padrino de Santiago Noboa, hermano del presidente.
Un país en crisis
La revista The Economist comienza su artículo sobre estas elecciones diciendo que “dirigir Ecuador parece un trabajo poco envidiable”. La situación del país es hoy muy difícil. Como se recordará, Noboa llegó al poder hace un año y medio, tras ganar las elecciones anticipadas. Guillermo Lasso, tras verse acorralado en un juicio político liderado por el correísmo, decidió apostarle a una vía legítima establecida en la constitución ecuatoriana: declaró la “muerte cruzada”, disolvió el Congreso y llamó a nuevos comicios.
Noboa se reelige con una promesa: liderar una Asamblea Nacional Constituyente. “Para ello habla de un cambio de la Constitución. La que tenemos, instaurada por Rafael Correa en 2008, no está conectada con la realidad del día de hoy”, aseguró Alfonso Roggiero, estratega internacional de manejo de crisis, en conversación con SEMANA. Correa había diseñado esa carta política para consolidar su poder. Así, logró cambiar la estructura del Estado, el sistema electoral y acorralar a la oposición.
El correísmo intentó conquistar las bases sociales llamadas Comités de la Revolución Ciudadana en miles de barrios alrededor del país. En 2013, la izquierda ya había consolidado de manera segura su poder. Pero más tarde, en 2017, cuando llegó Lenín Moreno (quien había sido vicepresidente de Correa), se empezaron a destapar investigaciones sobre casos de corrupción, que vinculaban a autoridades del régimen de Correa. Después de Moreno, en 2021, el país pudo zafarse del correísmo con la llegada al poder de Guillermo Lasso, un destacado banquero ecuatoriano que logró recoger el deseo de cambio de los ecuatorianos.

Noboa se reelige en este contexto de pugnas. El Banco Mundial, en la descripción que hace del país, realiza un recuento de sus males. “La economía se habría contraído alrededor de 2,5 % en 2024, en un contexto de escasez de energía, elevados índices de violencia e incertidumbre política. La peor sequía en 60 años provocó apagones y racionamiento eléctrico a nivel nacional. Por otro lado, a pesar de la disminución de la tasa de homicidios, la violencia se mantuvo en niveles históricamente altos”. Esa situación, agrega, produjo la caída del consumo y la inversión. Y eso sin contar con la enorme presión que genera el crimen transnacional, en gran parte “exportado” desde Colombia.

En el diálogo con SEMANA, Noboa reconoció que en la crisis de Ecuador pesa mucho lo que sucede con su vecino: “Desafortunadamente Ecuador ha sido víctima de los problemas sociales y políticos que lamentablemente vive nuestro vecino país Colombia. Esos problemas estructurales como el paramilitarismo, la insurgencia, la producción de droga y con ello el narcoterrorismo, sin duda afectan al Ecuador. El asesinato de Fernando Villavicencio a manos de un joven colombiano, contratado con el objetivo de asesinarlo, es una muestra de cómo la criminalidad tiene conexiones con las mafias políticas ecuatorianas, que en este gobierno las seguimos combatiendo con contundencia”.
“Para el Ecuador, nosotros somos responsables en buena parte del caos de seguridad que vive el país. Noboa fue elegido para conjurarla por encima de todo. Noboa tiene ahora el ejemplo de Trump y Bukele. No va a pasar de agache. Nosotros estamos ahí”, explica el excanciller Julio Londoño.
El presidente ha rechazado esa comparación constante con los presidentes de El Salvador y Argentina. En CNN dijo que son “personas diferentes” y que en su país no se está siguiendo ni el “manual Bukele”, ni el “manual Milei”.
El “manual Noboa” tendrá sin duda un impacto enorme en América Latina que, hasta ahora, está por verse.
*Con reportería de Paula Malala París y Carolina Flechas.