
Un operador de vuelo de Estados Unidos tuvo que advertir en reiteradas oportunidades a un vuelo comercial, de la aerolínea Spirit Airlines, para que se alejara de la aeronave presidencial mientras los dos sobrevolaban la ciudad de Nueva York el pasado martes, 16 de septiembre.
El vuelo de Spirit viajaba desde Fort Lauderdale, en el estado de Florida, con destino a la ciudad de Boston. Por su parte, el Air Force One de la presidencia transportaba a Donald Trump y la primera dama, Melania, con dirección a Reino Unido.
El audio del controlador aéreo LiveATC, que fue recuperado por la prensa estadounidense, evidencia que se le pidió al vuelo comercial girar “20 grados”, en varias oportunidades.
“Presta atención, Spirit 1300, gira 20 grados a la derecha”, dijo el funcionario aéreo. “Spirit 1300, gira 20 grados ahora mismo. Spirit Wings, 1300, gira 20 grados a la derecha inmediatamente. Presta atención”, repetía desde tierra.
“Tengo que hablarte dos veces cada vez, Spirit 1300… Presta atención. Deja el iPad”, se escucha decir al controlador.

De acuerdo con los datos del rastreador de vuelos flightradar24.com, los dos aviones estaban volando de manera paralela a 12 kilómetros de distancia.
Para cuando el piloto de vuelo comercial atendió a las órdenes, el controlador le dijo al vuelo presidencial: “Presten atención. Spirit 1300 se aleja de su ala izquierda a seis millas, u ocho millas, 747. Estoy seguro de que pueden ver quién es. Estén atentos; es blanco y azul”, de acuerdo con el audio de LiveATC.
Más tarde, un portavoz de la aerolínea aseguró que el piloto “siguió los procedimientos y las instrucciones del Control de Tráfico Aéreo durante su ruta a Boston”, en un comunicado sobre el incidente que compartió el martes por la noche al medio nacional CBS News. “La seguridad es siempre nuestra máxima prioridad”, agregó.

Horas después, el vuelo aterrizó sin reportar alguna novedad en el Aeropuerto Internacional Logan de Boston, en el estado de Massachusetts.
La investigación preliminar de la Administración Federal de Aviación (FAA) indica que las aeronaves nunca estuvieron a una distancia preocupante, pero determinaron que los controladores no querían ningún avión tan cerca del Air Force One.
“La investigación preliminar muestra que las aeronaves mantuvieron la separación requerida”, declaró la FAA.

Por su parte, el presidente de Estados Unidos y su esposa aterrizaron sanos y salvos en el aeropuerto Stansted de la ciudad de Londres para reunirse con el rey Carlos III y con el primer ministro Keir Starmer.