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Humo negro: Así se ve la chimenea en el techo de la Sixtina

Humo negro:  Así se ve la chimenea en el techo de la Sixtina

No hay papa. Esta fue la primera votación del cónclave en la que el aviso de la chimenea marcaba humo negro, en la primera votación de los 133 cardenales este miércoles, 7 de mayo, tras dar inicio al acto que mantiene atentas las miradas del mundo sobre lo que ocurra en la Capilla Sixtina.

Una espesa humareda negra se elevó este miércoles, hacia las 19H00 GMT, del tejado de la Capilla Sixtina, señal de que los cardenales encerrados en su interior no lograron escoger al sucesor del papa Francisco.

Una espesa humareda negra se elevó este miércoles en horas de la noche en el tejado de la Capilla Sixtina, señal de que los 133 cardenales encerrados en su interior no lograron escoger al sucesor del papa

Miles de curiosos y fieles se agolparon en la plaza San Pedro para conocer el resultado de esta misteriosa y secreta reunión.

No fue sorpresa. La elección ya preveía más negociaciones y varias votaciones para llegar a un nombre de consenso entre los “bergoglistas” de Francisco y el ala más conservadora, que criticó mucho el pontificado reformista del primer papa latinoamericano enfocado en los pobres.

El primer escrutinio se conoció tres horas y cuarto después del “extra omnes”, la orden de ‘todos fuera’ para que los “príncipes de la Iglesia” se encierren y den inicio a este ritual que data de la Edad Media.

Mientras tanto, el Vaticano confirmó que cerca de 50.000 personas se agolparon en la plaza de San Pedro ante la expectativa del proceso electoral de la Iglesia. En imágenes difundidas de la conglomeración, se evidencia el lugar completamente lleno de personas de todo el mundo. A partir de este día, los purpurados dieron inicio al cónclave (cum clave en latín, que significa: bajo llave).

Bajo la milenaria tradición, los cardenales tienen prohibido cualquier contacto con el exterior. No se les permite abandonar la capilla ni la residencia de Santa Marta, donde dormirán y comerán durante la elección, que puede tardar días debido a que no hay candidaturas oficiales.

Los 133 cardenales, menores de 80 años, votan entre ellos. Además, todos los asistentes al cónclave —incluso funcionarios del Vaticano— deben prestar juramento de confidencialidad.

Así las cosas, para notificar al mundo que ya ha sido elegido el sucesor de San Pedro, se queman las papeletas de los votos con químicos que emanan un color negro o blanco por la chimenea de la Capilla Sixtina.

Si es de color negro, indica que los purpurados no se han puesto de acuerdo y no han elegido aún. Si es de color blanco, la Iglesia tiene nuevo pontífice.

El primer día de la elección, los cardenales tienen derecho a un único voto. En caso de que en esta no sea elegido el papa —como es el caso—, en los dos días siguientes habrá dos votaciones en la mañana y dos en la tarde. Si al tercer día la Iglesia no cuenta con un nuevo líder, se permite un día de descanso, que es dedicado a la oración y al debate entre los purpurados. Y de esta manera se repite el proceso hasta que el nombre de un religioso figure en la mayoría de las papeletas.

El jueves 8 de mayo, los cardenales continuarán con el proceso alrededor de las 7:30 a. m. hora local (12:30 a. m. en Colombia), cuando asistirán a una misa inicial. Casi dos horas más tarde, se llevará a cabo el rezo de laudes para iniciar con las votaciones del segundo día. Allí, los purpurados votarán dos veces consecutivas. La primera fumata se presenciará entre las 10:30 a. m. al mediodía (a partir de las 3:30 a. m. en Occidente).

La segunda ronda de las votaciones tendrá lugar a las 4 p. m. (9 a. m.). Entre las 5:30 p. m. y las 7 p. m. (a partir de las 10:30 a. m.), se emitirá el segundo humo del día. Si aún no se ha definido al papa, los cardenales finalizan con el rezo de las Vísperas y regresan a la residencia de Santa Marta; al día siguiente, se repite el proceso.

Sin embargo, los cardenales manifestaron que prevén una jornada corta, de dos o tres días, para definir quién liderará la Iglesia los siguientes años.

En caso de que se realicen más de 30 votaciones —unos 13 días— sin un resultado definido, los dos candidatos más votados participarán en una segunda vuelta, de acuerdo con una regla que implementó el papa Benedicto XVI. Y así, aquel que logre la mayoría de los dos tercios de votos será nombrado sumo pontífice y podrá elegir su nombre papal.

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