Uno de los aspectos más discutidos sobre por qué las mujeres viven más que los hombres está relacionado con el estilo de vida y las decisiones que toman. Los hombres, en general, tienden a adoptar comportamientos de mayor riesgo que las mujeres. Esto incluye fumarbeber alcohol en exceso, consumir drogas y trabajar en ocupaciones peligrosas. Estos hábitos incrementan notablemente la probabilidad de desarrollar enfermedades graves como problemas cardíacos, cirrosis hepática y sufrir accidentes fatales.

De hecho, los hombres jóvenes tienen un mayor riesgo de ser víctimas de la violencia, suicidio o accidentes mortales, lo que aumenta la diferencia en la esperanza de vida entre hombres y mujeres. El estilo de vida juega un papel determinante, y los hombres, al exponerse a riesgos más peligrosos, tienden a vivir menos años.

Estrógeno: La ‘magia’ detrás de la longevidad femenina

Además del estilo de vida, también hay factores biológicos que explican por qué las mujeres viven más que los hombres. Uno de los principales es el estrógeno, la hormona femenina que al parecer actúa como un antioxidante natural. Este compuesto protege las células del daño, lo que se traduce en una mayor longevidad.

El Dr. Tom Kirkwood, investigador de envejecimiento en la Universidad de Newcastle, señala: “Por supuesto, los factores sociales y de estilo de vida tienen un gran efecto, sin embargo hay algo más profundo grabado en nuestra biología”. Las mujeres tienen dos cromosomas X, a diferencia de los hombres, que solo tienen uno. Esto ofrece una ventaja genética, ya que el cromosoma X contiene genes que ayudan a reparar el cuerpo y prevenir enfermedades. Tener un respaldo adicional en el ADN podría ser una de las razones por las que las mujeres envejecen mejor y viven más tiempo.

Testosterona y comportamiento

Por otro lado, la testosterona, la hormona predominante en los hombres, juega un papel menos favorable en cuanto a la longevidad. Si bien no es responsable directamente de la agresividad, sí está vinculada a una mayor competitividad y la búsqueda de estatus social. Esta búsqueda puede llevar a los hombres a asumir más riesgos, desde decisiones financieras hasta elecciones relacionadas con su salud y bienestar. Como resultado, los hombres suelen estar más expuestos a situaciones peligrosas que comprometen su salud a largo plazo.

Altura y envejecimiento

Otro factor biológico que podría influir en por qué las mujeres viven más que los hombres es la altura. Los hombres, en promedio, son más altos que las mujeres, y algunos estudios sugieren que esto podría aumentar el riesgo de desarrollar células cancerígenas. Las personas más altas tienen más células en su cuerpo, lo que podría incrementar la probabilidad de que algunas de ellas se conviertan en cancerosas a lo largo del tiempo. Aunque este factor todavía está siendo investigado, es una posibilidad intrigante que podría explicar parte de la diferencia en la longevidad entre hombres y mujeres.

¿Qué pueden hacer los hombres para reducir la diferencia?

Si bien la biología y la genética juegan un papel importante, hay muchas cosas que los hombres pueden hacer para aumentar su esperanza de vida y acercarse a la longevidad de las mujeres. La Escuela de Medicina de Harvard ofrece algunas recomendaciones claras. “No podemos cambiar lo que viene predispuesto en nuestra genética, pero hay otros factores que se pueden modificar”, explican los expertos.

  • Visitar al médico con regularidad: Las mujeres tienden a acudir al médico con más frecuencia que los hombres, lo que les permite detectar problemas de salud en una etapa temprana. Los hombres pueden beneficiarse enormemente de seguir su ejemplo y programar chequeos médicos regulares, incluso si no presentan síntomas evidentes.
  • Buscar apoyo emocional y psicológico: Las mujeres suelen hablar más abiertamente sobre sus sentimientos, lo que les permite manejar mejor el estrés y la ansiedad. Los hombres, en cambio, tienden a reprimir sus emociones, lo que puede tener consecuencias negativas en su salud mental y física. Encontrar un espacio seguro para hablar sobre sus preocupaciones puede marcar una gran diferencia en su bienestar general.
  • Reducir el consumo de tabaco, alcohol y drogas: Estos hábitos no solo reducen la esperanza de vida, sino que también aumentan el riesgo de enfermedades crónicas. Abandonar estos hábitos o reducir su consumo es esencial para vivir una vida más larga y saludable.
  • Mantenerse activo físicamente: El ejercicio regular, especialmente el centrado en la fuerza, es crucial para mantener un cuerpo sano. Además, ayuda a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, obesidad y otros problemas de salud que son comunes en los hombres.

Conclusión: Estilo de vida y genética, una combinación poderosa

En resumen, la respuesta a por qué las mujeres viven más que los hombres es multifacética. Si bien la biología y la genética ofrecen ventajas a las mujeres en términos de longevidad, el estilo de vida y las elecciones personales también juegan un papel crucial. Los hombres, por su parte, pueden tomar medidas para mejorar su salud y prolongar su vida al adoptar hábitos más saludables, como visitar al médico regularmente, buscar apoyo emocional y mantener una vida activa. Aunque la genética no se puede cambiar, el estilo de vida es algo que está al alcance de todos. Tomar decisiones conscientes hoy puede marcar una gran diferencia en los años de vida que disfrutamos.

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