
Dos puentes en Ecuador resultaron afectados el miércoles por ataques con explosivos, en medio de una seguidilla de atentados similares que el gobierno considera una represalia de las bandas criminales por su ofensiva militar para doblegarlas.
La noche anterior, un hombre murió y 26 personas resultaron heridas por la explosión de un carro bomba en las afueras del centro comercial más grande del puerto de Guayaquil, en el suroeste. En el lugar, la policía halló otras cuatro cargas explosivas de alto poder que no fueron activadas.

La ciudad apenas se recuperaba de la jornada violenta cuando autoridades locales informaron un nuevo ataque. Imágenes difundidas por fuentes oficiales muestran daños en la base de los pilares de dos puentes, donde está inhabilitado el tránsito.
Ecuador atraviesa una grave crisis de seguridad por la acción de grupos dedicados al narcotráfico, los asesinatos, el secuestro, la extorsión y la minería ilegal.
El martes, el gobierno informó que bombardeó asentamientos de minería ilegal en la provincia de Imbabura.
“Se nota la desesperación de ellos (los mineros ilegales)”, expresó el presidente Daniel Noboa.
El Ministerio de Defensa Nacional de Ecuador reportó que, en 2024, las acciones militares y de seguridad generaron pérdidas por 633 millones de dólares a las estructuras de minería ilegal.
Otro reporte reciente, también en 2024, indicó pérdidas de 120 millones de dólares en otro periodo específico como resultado de los operativos del Bloque de Seguridad.
El ministro del Interior, John Reimberg, dijo a la prensa que la policía investiga a la banda criminal Los Lobos, “quienes serían los autores de los tres ataques en represalia a la destrucción de la minería ilegal”.
El gobierno de Noboa aplica una política de mano dura contra el crimen. Sin embargo, en el primer semestre del año los homicidios aumentaron un 47 % con respecto al mismo periodo de 2024, según el Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado.
La Banda Criminal “Los Lobos”
Los Lobos son una de las organizaciones delictivas más grandes y peligrosas de Ecuador, catalogada como terrorista por el gobierno en 2024. Su historia se remonta a una facción que se separó de la megabanda Los Choneros, convirtiéndose rápidamente en su principal rival.
Se estima que cuentan con más de 8.000 integrantes y ejercen un control significativo tanto dentro como fuera de las cárceles, especialmente en Latacunga, Riobamba, Cuenca y Machala.
Sus operaciones se centran en el narcotráfico, manteniendo una alianza crucial con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) de México para facilitar la exportación de cocaína. Además, son responsables de una escalada de violencia urbana y carcelaria, incluyendo sicariato, extorsión, secuestros y blanqueo de dinero.

Más recientemente, Los Lobos han diversificado sus ingresos incursionando fuertemente en la minería ilegal de oro, controlando zonas de extracción y extorsionando a operadores formales en el sur y la Amazonía ecuatoriana.
Con información de AFP.