
Después de analizar la actividad de los computadores de sus empleados que trabajaban de forma remota, el banco Itaú de Brasil ha despedido a más de mil trabajadores en São Paulo. “El teletrabajo ha traído nuevas oportunidades, pero también nuevos retos de gestión. Nuestro deber es garantizar que los recursos de la empresa se empleen de la mejor manera posible”, expresaron fuentes del banco.
La empresa basó su decisión en un informe de productividad de seis meses que reveló que algunos empleados no estaban activos en sus computadoras corporativas hasta por cuatro horas seguidas.
El banco Itaú, que cuenta con una plantilla de más de 95,000 empleados a nivel mundial (85,775 en Brasil), ha justificado los despidos, señalando que la supervisión de los ordenadores fue clave para evaluar el rendimiento de los trabajadores a distancia.
Actualmente, el 40% de sus empleados trabaja de forma presencial, principalmente en atención al cliente. El 60% restante opera bajo un modelo híbrido, que exige su presencia en la oficina un mínimo de ocho veces al mes.

El banco afirma que sus auditorías internas revelaron numerosos casos de inactividad prolongada en los ordenadores, lo que interpretaron como una señal de baja productividad. En algunas situaciones, los equipos estaban encendidos, pero no registraban ninguna actividad por cuatro horas o más. Itaú consideró esto un motivo suficiente para despedir a los empleados afectados.
Los representantes de los trabajadores han criticado la medida argumentando que no se consideraron factores como fallos técnicos, problemas de salud, o la necesidad de tomar descansos durante largas horas de trabajo frente a la pantalla. Además, acusan al banco de utilizar el teletrabajo como excusa para aumentar la vigilancia digital. Como advierten, el trabajo remoto “no puede ser una excusa para imponer controles excesivos ni prácticas de espionaje encubierto”.
El sindicato ha declarado que está considerando tomar acciones legales y que exigirá la reincorporación de los trabajadores despedidos. Además, ha solicitado una negociación con la dirección del banco para definir criterios de evaluación de desempeño claros y transparentes dentro de este nuevo modelo de trabajo híbrido.