
Una inusual y poderosa tormenta de arena sorprendió este jueves a los habitantes del valle de Ica, en el sur de Perú, provocando condiciones extremas que paralizaron actividades económicas, afectaron el tránsito vehicular y encendieron las alarmas entre autoridades y expertos climáticos.
El fenómeno, que se originó en las pampas cercanas a las Líneas de Nazca, se desplazó rápidamente hacia zonas urbanas, generando una densa nube de polvo que redujo drásticamente la visibilidad en varias ciudades de la región.
Según reportes del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), los vientos Paracas, frecuentes en esta época del año, pero raramente tan intensos, alcanzaron velocidades de hasta 40 km/h, lo que provocó el levantamiento de grandes cantidades de arena en zonas desérticas. Estas ráfagas arrastraron una masa de polvo desde las pampas hasta las provincias de Pisco, Nazca, Palpa e Ica, donde la visibilidad fue severamente limitada.
Imágenes difundidas por medios locales, mostraron escenas de calles cubiertas por polvo en suspensión, campos agrícolas desdibujados por la tormenta y vehículos circulando a paso lento o detenidos ante la falta de visibilidad. La Policía de Carreteras restringió la circulación en varios tramos de rutas principales ante el riesgo de accidentes.
Las condiciones extremas también afectaron las operaciones marítimas. La Capitanía de Puerto de Paracas dispuso el cierre parcial de nivel V para las caletas El Chaco y La Puntilla. La orden incluye la suspensión inmediata de toda actividad náutica, tanto artesanal como industrial, así como el turismo recreativo, el tráfico de naves y operaciones portuarias.
En su comunicado, la Autoridad Marítima local instó a mantener las medidas preventivas necesarias “con la finalidad de preservar la seguridad de la vida humana en el mar”. Las restricciones permanecerán vigentes hasta que las condiciones climáticas mejoren y se descarte cualquier riesgo adicional.
El Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN) del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) emitió una serie de recomendaciones a la población. Entre ellas, asegurar techos, reforzar vidrios, evitar el contacto con objetos punzocortantes o estructuras inestables y mantenerse alejados de equipos eléctricos. También se aconsejó acudir a centros de salud ante la aparición de problemas respiratorios o reacciones alérgicas, especialmente en niños, adultos mayores y personas con enfermedades preexistentes.
Las autoridades aseguraron que se continuará informando a la ciudadanía a través de los canales oficiales y que se coordina con las municipalidades para atender eventuales emergencias. Mientras tanto, las actividades productivas en sectores como la pesca y el transporte siguen interrumpidas, a la espera de una mejora en las condiciones atmosféricas.