Pedro Sánchez, presidente de España envuelto en escándalos de burdeles, saunas gays y prostitutas

Pedro Sánchez, presidente de España envuelto en escándalos de burdeles, saunas gays y prostitutas

Esta semana España cruzó una frontera prohibida. Por primera vez, un tema de sexo y prostitución se convirtió en un punto de primer orden en la agenda política. Sucedió en el agitado debate en el Parlamento contra el presidente Pedro Sánchez. Y desde entonces se convirtió en un tema que fascina a toda la prensa de Europa.

El socialista se encuentra inmerso en una trama de corrupción enorme. Con el agua al cuello, Sánchez compareció en el Parlamento. Lo que vivió fue humillante. Las pruebas de la corrupción de su gobierno abundan, pero Sánchez llegó a defenderse con la mejor estrategia: posar de víctima. Según él, no ha conocido nada de lo que ha sucedido y sus escuderos lo han defraudado. “La traición, por tanto, de unos pocos, no puede manchar al resto”, dijo en alusión a sus dos hombres más cercanos: el exministro José Luis Ábalos y al ya capturado exsecretario general del PSOE, Santos Cerdán.

Sánchez aseguró que sí ha pensado en dimitir, pero que lo ha descartado. “Quiero decirles a los ciudadanos y a sus señorías que no voy a tirar la toalla y que vamos a continuar”, dijo.

La reacción de la oposición fue violenta y se concreta en siete de los minutos más vistos y compartidos del internet en los últimos días en la madre patria. El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, le cantó la tabla. Aseguró que en el Gobierno opera una organización criminal. “Sea decente, dimita, convoque a elecciones”. Habló de su mujer, de su hermano, de su partido y de su gobierno. Y en medio de esa retahíla de acusaciones lo remató así: “¿Pero de qué prostíbulos ha vivido usted? Partícipe a título lucrativo del abominable negocio de la prostitución”.

El tema que durante años se había tratado con prudencia y recelo salió a la luz de nuevo con fuerza. La historia es la siguiente: el papá de su esposa, Begoña Gómez (quien también enfrenta un juicio por corrupción), era dueño de unos burdeles de los cuales la pareja se benefició directamente.

Se trataba del negocio familiar de don Sabiniano Gómez. El diario ABC reveló que son tres “saunas, dos de homosexuales en (San) Bernardo y una hetero en la lateral de Princesa”. Esos lugares de lujuria daban “un negocio de puta madre, una pasta de la hostia”, según decía un excomisario de Policía en uno de sus reportes.

La esposa del presidente no era ajena a este imperio familiar. “Ella regentaba y llevaba las cuentas. Eran sitios donde se intercambiaba sexo, unas veces libre y otras veces mediante pago, y en ocasiones con inmigrantes jóvenes que venían a prostituirse”, señaló la portavoz del PP, Ester Muñoz.

Además, se dice hoy que con este dinero, Pedro Sánchez y su esposa se hicieron a un lujoso piso en Madrid. “El presidente ha vivido en pisos pagados con los beneficios de esas empresas, y actualmente obtiene rentas por su alquiler. No estamos hablando de suposiciones, sino de hechos documentados que deben ser aclarados”, agregó la diputada. El negocio que luego estuvo a cargo del tío de Gómez además fue sancionado por no pagar la seguridad social de los trabajadores sexuales.

No es el único escándalo sexual del Gobierno. Hay grabaciones de Koldo García hablando de noches con prostitutas con el entonces ministro José Luis Ábalos. En esas conversaciones hablan de llamar a varias mujeres, entre ellas “la colombiana”. Y luego Koldo dice: “Pues, la que tú quieras. O Ariatna y Carlota, y a tomar por culo”.

De manera descarada, Sánchez, antes de que le sacaran en el Congreso los trapos al sol, había anunciado que su partido había reformado los estatutos para expulsar a los clientes de la prostitución. Olvidó mencionar allí que su familia política conocía este negocio mejor que nadie.

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