Una noticia lamentable recibió el mundo del tenis después de conocerse el fallecimiento de una tenista profesional india, a manos de su propio padre, lo que ha generado una ola de rechazo a nivel nacional e internacional.

Se trata de Radhika Yadav, de 25 años de edad, quien habría sido baleada por su progenitor en Gurugram, India, el pasado jueves en horas de la tarde. Su padre, el principal sospechoso, fue arrestado.

Las autoridades de la ciudad fueron notificadas por un hospital que reportó el fallecimiento de una joven por heridas de bala, sin embargo, cuando llegó la policía al lugar donde se encontraba el cuerpo de la profesional, sólo se encontraba el tío de la víctima, Kuldeep Yadav.

Según los informes, se dice que Kuldeep presentó una denuncia por la muerte de su sobrina en la estación de policía del Sector 56 de Gurugram. Las investigaciones arrojaron que el incidente habría ocurrido en el lugar de su residencia y habría ocurrido después de que el padre se opusiera a que su hija fuera a una academia de tenis.

Se dice que Deepak Yadav, el padre de la tenista, expresó sus objeciones sobre el trabajo que estaba haciendo su hija cuando el desacuerdo entre ambos se escaló a un enfrentamiento violento.

“Él (Deepak) había estado molesto por un tiempo porque los lugareños se burlaban de él por los ingresos de su hija”, dijo el oficial de policía Vinod Kumar a The Indian Express.

“Sus comentarios le preocupaban; insistían en que la casa funcionaba con el dinero de ella y que él dependía demasiado de ella. Le había pedido (a Radhika) varias veces que dejara de trabajar en la academia, pero ella se negó. Ya no lo soportaba”, dijo el oficial.

Según informó NDTV, Deepak confesó ante las autoridades ser el autor del crimen, afirmando que efectuó cinco disparos contra su hija, de los cuales cuatro impactaron en ella.

Por otro lado, Himaanshika Singh Rajput, amiga cercana de Radhika, manifestó su tristeza y sorpresa ante su muerte a través de una publicación en Instagram.

“Radhika era mi mejor amiga. Hace apenas dos días, asistí a su cremación, intentando asimilar lo inimaginable: que ya no estaba aquí”, escribió en el pie de foto de su video. “Radhika no merecía esto. No merecía morir así. Era brillante, amable, llena de sueños y de vida. Y ahora, se ha ido. Esto nunca debió haber sucedido. Y no se puede olvidar”.

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