Las autoridades clausuraron una clínica veterinaria que funcionaba en la avenida Real Audiencia, al norte de Quito. Ocurrió el miércoles 13 de mayo de 2025. En el sitio vendían medicamentos caducados, el personal no contaba con formación profesional y el local no tenía permisos municipales.
En el operativo participó la Agencia Metropolitana de Control (AMC), la Unidad de Bienestar Animal (UBA) y Agrocalidad.
Los técnicos descubrieron que el establecimiento almacenaba fármacos vencidos desde 2024, incluyendo productos de uso humano. Además, la clínica ofrecía tratamientos, cirugías menores y aplicación de anestesia, pese a que quienes los realizaban no estaban registrados como médicos veterinarios en la SENESCYT.
Estos procedimientos al ser practicados por personas no expertas pueden poner en riesgo la salud de los animales. Expertos advierten que este tipo de prácticas pueden provocar intoxicaciones, daños hepáticos e incluso la muerte de las mascotas.
Dato
El Código Municipal contempla sanciones de hasta USD 6.500 por operar sin licencia y por el ejercicio ilegal de la profesión.
