Con Gaza y Ucrania en mente, Donald Trump asume su segundo mandato buscando cumplir su promesa de terminar con las guerras en el planeta.
La vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca supone una patada al tablero geopolítico del mundo. En un planeta lleno de conflictos, el mandatario republicano se ha propuesto la tarea de terminar las guerras que asolan a varias partes de la Tierra. Pero también, el líder del país norteamericano asegura que quiere mantener a Estados Unidos como la mayor potencia del mundo. Estos son los escenarios que enfrentará durante su mandato.
Ucrania
Antes de asumir la presidencia, Donald Trump aseguró que, bajo su liderazgo, podría poner fin al conflicto entre Rusia y Ucrania en tan solo 24 horas después de su toma de posesión. “Esto es solo medio día. Me queda otro medio día”, comentó en aquel momento. Esta declaración generó gran preocupación en Europa, ante el temor de que Trump pudiera presionar a Ucrania para negociar en beneficio de Vladimir Putin.
Recientemente, Trump ajustó su estimación y extendió el plazo para resolver la guerra a seis meses, lo que algunos, tanto en Estados Unidos como en el ámbito internacional, han interpretado como un posible respaldo a Ucrania. El lunes, tras asumir el cargo, Trump criticó a Putin, un líder autoritario al que anteriormente había elogiado, afirmando que “no lo está haciendo muy bien” y acusándolo de “destruir a Rusia por no alcanzar un acuerdo”.
Al día siguiente, al ser consultado sobre los comentarios de Trump, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, expresó: “Respetamos la decisión del pueblo estadounidense” y añadió que “Trump también ha dado numerosas razones para considerar que respeta la elección del pueblo ruso”.