El antiguo aeropuerto volvió a llenarse de color gracias a las decenas de carros alegóricos, bandas de paz, gestores culturales y grupos coreográficos que desfilaron a lo largo de un kilómetro. Según el Municipio, cerca de 70.000 personas asistieron para vivir esta fiesta que mantiene viva la identidad quiteña.
Hasta 2023, el Desfile de la Confraternidad Norte se realizaba en la avenida De los Shyris, escenario histórico que fue cambiado debido a la construcción del nuevo bulevar y a la demolición de la Tribuna. Este traslado -que generó debate en su momento- ahora recibe el respaldo del público, que destaca la amplitud y seguridad del Bicentenario.
En total, participaron 70 delegaciones conformadas por estudiantes, organizaciones sociales e instituciones culturales. El Instituto Nacional Mejía, el Simón Bolívar, el María Angélica Idrobo, el Abdón Calderón y el Central Técnico fueron parte de las instituciones emblemáticas que llevaron bandas de paz, bastoneras y coreografías que entusiasmaron a los asistentes.
“Los estudiantes se preparan todo el año para mostrar disciplina, arte y cultura. Para los quiteños, este desfile es una tradición muy importante”, señaló Pablo Benítez, director de Cultura en el Espacio Público. Explicó además que el cambio de sede responde a una decisión municipal orientada a evitar el cierre de calles y a recuperar grandes parques para actividades masivas. “Aquí la gente disfruta sin afectar la movilidad de la ciudad y en un espacio seguro”, añadió.
Benítez también se refirió a los procesos de contratación suspendidos por el Sercop, que han reducido la programación oficial de las fiestas: “Subimos los procesos en junio, pero varias contrataciones quedaron en pausa. Con esos procesos aprobados tendríamos cerca de 200 eventos. Las fiestas no solo son celebración, son economía y cultura”, apuntó.

